Amnesia, 2014

Este pecio cercano a Ciutadella se está deteriorando muy rápidamente pues su casco de madera se erosiona y los restos aparentemente han sufrido en varias ocasiones las redes de las grandes embarcaciones pesqueras; según cuentan la cabina del barco fue sacada y traída a puerto tras enganchar en una red. A pesar del evidente deterioro no deja de ser una gran inmersión, y un lugar en dónde se puede apreciar algo de vida.

En esta ocasión tuvimos bastante fortuna al poder ver varias langostas, cabrachos, brótolas, congrios y en mi caso la primera tembladera /tremoló (torpedo torpedo) de cerca, además de un tremendo ejemabre de medusas en la parte más profunda de la inmersión, en dónde la temperatura del agua rápidamente pasó de 27º a 16ºC.

Aquí un video del compañero de buceo Manolo Mora.

Sin olvidar el macro

Tras muchas inmersiones volví a montar el frontal plano de la carcasa y el objetivo de 60mm, hacía mucho tiempo que no buceaba buscando pececillos, nudibranquios y otros minúsculos detalles. Este verano, podría decirse que he estado obsesionado con las fotos de ambiente y gran angular; unas fotos que hasta la fecha se me resistían bastante. Reconozco que disfruto de la dificultad añadida de la combinación de luces natural y artificial, a pesar de las frustaciones que llegan a causar cuando no se consigue el resultado deseado. 

Retomar el Macro, fué como una cura y lo disfruté muchísimo.

Estas imagen fueron tomadas sobre el arenal en busca de Raons, con la excepción del blénido rojo que se apareció entre la vegetación mientras buscaba una particular variedad de nudibranquios, la Trapania cuyo amarillo luce sobre las negras esponjas a poca profundidad.

Cap de'n font

Babosas marinas (II)

Más imagenes de los maravillosos y minúsculos gasterópodos submarinos.

Babosas submarinas (I)

Sobre un cierto tipo de plantas marinas habitan una variedad muy bonita de Opistobranquios, estos espectaculares bichejos llaman la atención por su colorido y en los días de corriente se agarran a los arbolillos soportando el vaivén para aprovechar los nutrientes del mar. De entre la largísima lista de variedades y especies de nudibranquios, la Cratena Peregrina es una de la más fáciles (menos difíciles en realidad) de ver. Llama particularmente la atención ver la puesta de huevos que dejan depositada sobre la vegetación, que por lo general comparte la coloración de la especie.

El gran deseo del pescador menorquín, "Raons"

Estos bonitos pececillos con apariencia tropical siempre me fascinaron, tengo recuerdos confusos de infancia cuando de chiquito nuestros padres nos llevaban a pescarlos.

En mi memoria ibamos lejísimos en barca, al sacarlos me parecían enormes peces colorados con bandas y tonos azulverdosos que completaban su coloración amarilla y naranja.

Creo que entre los lejanos recuerdos había algo de inocente imaginación, ilusión infantil y emoción por aquellas primeras veces que pesqué.

Como tantos otros bichos del mar, la apariencia en su medio natural es otra.

En muchas otras ocasiones he hablado de estos peces, en Baleares son sin duda uno de los mayores manjares del mediterráneo y cada año, se pescan a miles; cientos de miles.

Los Raons, raors, loritos, galanes o cómo los quieran llamar son una especie bastante particular y me gusta destacar su nombre inglés; "Mediterranean Razorfish", pez navaja o cuchilla lo cuál se comprende a la perfección al ver la hábil y veloz manera con la que se esconden en los arenales sin ni tan siquiera alzar una mota o grano de arena.

Cada verano voy en busca de ellos, y para mí es una inmersión interesante aunque comprendería que a otros buceadores les aburra estar parado sobre el fondo, limitando el ruido y movimiento para ver cómo salen de la arena; merodean entre la vegetación del fondo para luego escabullirse nuevamente de cualquier amenaza.

Buscarlos, acercarse y retartarlos; es todo un reto.

Segunda visita al pecio Santa Clara

Esta es mi segunda visita del verano al pecio, la primera fué un gran fracaso ya que para mi vergüenza y más tarde gran fortuna, perdí aunque luego recuperé la cámara fotográfica.

Demasiado confiado la dejé amarrrada a un cabo colgado de la barca para que los golpes de corriente se la llevaran; tras una más que afortunada y corta busqueda la hallé a -46m sobre el arenal, obviamente de seguida aborté la inmersión y no tuve ocasión de ver el barco hundido de cerca.

Y con ese recuerdo, este fin de semana repetimos inmersión aunque en este ocasión sin ningún percance.

El pecio se halla en su habitual estado, con poca vida pero erguido sobre la arena majestuoso con el sol a su popa, cerca de la cuál se encuentra otra sorpresa menos conocida, los restos de un vehículo todoterreno hoy en estado casi irreconocible.

Este pecio del litoral de menorca es posiblemente de los más bonitos de fotografiar mientras las estructuras aguanten y retengan su forman de navío.

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