A poca profundidad la presencia de grandes bancos de Herreras ávidas de picotear en la arena es un gran entretenimiento para el fotosub; los esfuerzos por acercarse sin espantar al grupo de peces son recompensandos cuando tras unos momentos retornan ante el inmóvil buceador. Incluso la arena levantada por mi lento aleteo sirve para rebuscar comida .
Los restos de unas vigas, tras ser retozadas y recolocadas por le mar se han convertido en un curioso lugar de paso. En su alrededor lisas, herreras, lagartos y algún que otro chucho buscan comida.
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