La barracuda tiene una bien ganada reputación de depredador. Aunque su dieta varía de acuerdo con el hábitat, sus presas más frecuentes son peces "pasto", como sardinas, bogas, mujoles, caballas, jureles, y hasta sus propias crías.
La barracuda
inicia su ataque embistiendo a su presa a gran velocidad gracias a su
cuerpo alargado e hidrodinámico. Posee unas mandíbulas
potentes con dos hileras de afilados dientes con los que desgarra a su
presa.
Puede cazar en aguas turbias, localizando a sus presas mediante
la línea lateral, que capta las vibraciones de otros seres vivos al
desplazarse por el agua.
Se dice que, cuando lo hacen agrupadas, reúnen a
las presas en un nutrido banco para aumentar el rendimiento de la
operación.
-Wikipedia