Algunos de los habituales residentes de las cavernas son difícles de fotografiar, por su tamaño, por su temor y reacción a la luz, su veloz huída o por inaccesibilidad al vivir en estrechos huecos dentro de la cueva; hoy tuve mejor fortuna que en otras ocasiones. Por fin saqué una foto decente de una Galathea o Sastre, y las quisquillas de antenas largas tampoco se me escaparon.
Otros sin embargo son mayores en tamaño, más fáciles de ver pero también complicados de retratar porque corretean aún más rápidamente y habitan sobre todo en el propio techo de la caverna, lo cual es difícil principalmente por la postura y nuestras propias burbujas son incómodas para el sujeto. Hoy abundaban los cangrejos, algunas jóvenes langsotas y muchos alfonsitos.
Otros sin embargo son mayores en tamaño, más fáciles de ver pero también complicados de retratar porque corretean aún más rápidamente y habitan sobre todo en el propio techo de la caverna, lo cual es difícil principalmente por la postura y nuestras propias burbujas son incómodas para el sujeto. Hoy abundaban los cangrejos, algunas jóvenes langsotas y muchos alfonsitos.
Pero lo que más me ha sorprendido en la jornada de hoy, ha sido encontrarnos con un equipo de Geólogos de la Universidad de Barcelona haciendo un estudio del suelo, pues parece ser que otro de los Chalets quiere ampliarse con una piscina en el jardín. (Cosa que no entiendo por estar a 5 metros del mar). Los técnicos amablemente nos explicaron como a través de electricidad hacen una "radiografía" del suelo, lo cuál me recuerda que la Cueva tenía hoy mucha más agua dulce de lo habitual. Según los geólogos no tiene porque ser causado por el hombre (no se yo!)